Esta primera etapa, se inicia con una entrevista para encuadrar jurídicamente la normativa aplicable, y luego se recopila la documentación necesaria para demostrar los vínculos familiares y bienes que componen el acervo hereditario, luego se confecciona el escrito inicial que es la demanda sucesoria y se hace la presentación en el juzgado.

Iniciado la sucesión en los juzgados, se procederá a la apertura de la sucesión. Se realiza la publicación de edictos sucesorios, y se solicitará una serie de informes y oficios, luego el juzgado dictará la declaratoria de herederos. Es el reconocimiento judicial de la calidad de herederos de quienes se hayan presentado en el juicio sucesorio y acreditado tal carácter.

Alcanzada la declaratoria de herederos, se pueden disponer de los bienes. Es necesario previamente informar el estado registral de los bienes, las anotaciones personales del causante, acreditar el pago de los honorarios, tasa de justicia y pago de aportes en la Provincia de Buenos Aires. Los herederos pueden disponer y realizar acuerdos para repartir los bienes, disponer de los bienes, o inscribir a su nombre en los Registro de la Propiedad respectivos.